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¿Por qué son tan raros los puntos en el tenis?

domingo, 5 de noviembre de 2006

A ojos de un europeo continental, los ingleses hacen las cosas de un modo muy raro, como por ejemplo conducir por la izquierda. Pero si uno se para un poco puede ver que todas esas cosas raras tienen una explicación que las convierten en lógicas.
Una de las mas raras es la forma de contar los tantos en el tenis. Como todo el mundo sabe, en un partido de tenis los puntos son 15 - 30 - 40 - Juego. Seis juegos hacen un set y el partdido se juega a 3 o 5 sets.
Pero ¿por qué 15 - 30 - etc? y ¿por qué seis juegos?.
El tenis nació en marzo de 1874 (fecha del primer reglamento) pero la forma actual de puntuación no se estableció hasta 1878, y para su cómputo se utilizó un instrumento muy popular en aquella época: el sextante, que sirve para orientarse en el mar a base de medir ángulos.
Como todo el mundo sabe, una circunferencia se divide en 360 grados (360º). Podemos dividirla en seis partes de 60º. Cada una de esas partes se puede dividir en otras cuatro partes de 15º.
Ahora al revés: si consideramos los tantos de tenis dentro de una circunferencia, tenemos el siguiente dibujo:Hay que tener en cuenta que al principio los puntos eran 15 - 30 - 45 - 60, pero de 45 se pasó a 40 porque es más fácil decir forty que forty-five.
Si hacemos esto seis veces para contar los seis juegos tenemos 6 x 60º=360º es decir, una circunferencia completa:

Es decir, que en un partido de tenis se juega una circunferencia completa medida con un sextante.
O sea, que la manera de contar los puntos tiene su lógica, pero solo a un inglés se le ocurriría usar un sextante para ello.

2 Responses to "¿Por qué son tan raros los puntos en el tenis?"

Witilongi Says:

Joder, pues sí que me ha servido. Muchas veces en la vida me he preguntado esto y aquí está la respuesta. Muy útil!!

UrkDen Says:

Cuando dices al final del artículo que se juega una circunferencia completa en un partido, es en realidad para un set. Por lo demás está todo perfecto y muy claro. Efectivamente los ingleses hacen las cosas de forma muy rara independientemente de que puedan tener una lógica subyacente.